Ser mujer es nuestro poder
- Diego Bonilla
- 8 mar 2019
- 3 Min. de lectura
¿Alguna vez en clase de educación física te gritaron: “lanzas como niña”, “pateas como niña” o “pegas como niña” al no haber jugado como debías? O en todo caso, ¿Tú mismo lo has hecho? Es curioso, porque a mí me lo dijeron varias veces en la escuela, y estando en una escuela para mujeres, me pregunto. ¿Cuántas veces requirieron mis compañeras que sus hermanos y amigos les dijeran alguna frase del estilo para que ellas mismas creyeran sinónimo de “débil” o “mediocre” la palabra “niña”? ¡No es ni siquiera parecida! Y mucho menos igual. ¿Por qué su propio género debería definir inferioridad o torpeza en alguna actividad?

Ya vivimos en el futuro
Se entiende que en siglos pasados el hombre era quien dominaba pues, el hombre es físicamente más fuerte que la mujer. Sin embargo, ya no estamos en una época en donde el mundo se rige a través de la fuerza física sino por su intelecto y la capacidad de innovar, y hasta ahora no existen estudios científicos donde se afirme que el hombre es más listo que una mujer biológicamente. Ambos son exactamente igual de inteligentes. ¿Entonces por qué carajos en pleno 2019 siguen siendo los hombres quienes rigen el mundo? Por Dios, sólo por ilustrar un poco: En Estados Unidos, las mujeres poseen 50% de la riqueza privada, conforman la principal fuente de ingresos en 40% de las familias, y en una escala mundial las mujeres controlan 65% del gasto discrecional del consumo. Por esto, pregunto ¿Por qué es tan difícil imaginar a una mujer gobernar una empresa o una gran economía?

Esto viene de casa
Todo indica que así nos enseñaron: a no creer. Y no sólo a los hombres, también a las mujeres nos falta creer en nosotras y demostrar que merecemos estar al frente. Se nos enseña desde pequeñas a sentirnos avergonzadas de nuestro cuerpo y lo que podemos alcanzar a través de él. ¿Por qué a mi mamá no se le ocurrió en vez de meterme a ballet, llevarme a fútbol? ¿Acaso por ser mujer soy demasiado delicada para patear un balón? El ballet es una disciplina que sólo personas muy dedicadas y perseverantes pueden llevar a cabo. Sin embargo, la razón de porqué las mamás llevan a sus niñas al ballet es porque esperan que sus hijas aspiren a ser femeninas. Y no me mal entiendan, ser una dama no me parece errado, sino la concepción de que nuestro lugar en la sociedad es inferior a la de un hombre, por lo que soñar en grande como dirigir una gran empresa o un país, no es posible.

Cosas mejores, mujeres
Gracias a Dios los tiempos han cambiado, y hay mujeres en altos puestos jerárquicos, mujeres con gran poder y reconocimiento. Mujeres a quienes les debemos y agradecemos el lugar que están creando para que nuevas generaciones tengamos mejores oportunidades que las pasadas. Pero aún distamos de estar en el mundo ideal donde no es uno de los géneros el que domina, sino la equidad. Y para ello, no es tarea de aquellas mujeres poderosas el darnos nuestro lugar, sino hacerlo nosotros mismos, hombres y mujeres, a través de nuestras decisiones diarias.

¡Grita! ¡Pero como niña!
Es tiempo de aprovechar la voz que nos han dado las redes sociales y pedir a las grandes marcas que estén de nuestro lado. No con un mensaje en donde gritemos que las mujeres somos mejores, sino iguales. Igual de importantes, igual de dignas de soñar en grande, de creer que las “locuras” se vuelven realidad, no por ser mujer, pero por ser humanas. Una de aquellas marcas que apoyan nuestras locuras es Nike, porque para Nike soñar en grande requiere de ambición, valentía y determinación, y cuando se trata de alcanzar nuestros sueños así sea ser la mejor tenista del mundo, la mejor atleta en la escuela, la mejor boxeadora del país, no hay excusas y los sacrificios, son sólo gajes del oficio.

Hace dos semanas, Nike publicó un video para recordarnos que no somos el sexo débil, y que nacimos mujeres para serlo orgullosamente. Sin vergüenza, sin acobardarnos, sin miedo a ser nosotras mismas, sin escrúpulos sobre si somos suficientemente buenas para competir contra un hombre porque el género no define quién es el mejor contrincante. No, nosotras no nacimos para estar calladitas y ser sumisas. Estamos para vivir nuestros sueños más locos y no ser un simple existir. Queremos pelear y vamos a pelear porque ser mujer no es nuestro defecto, sino nuestro poder… y soñar locuras y hacerlas la realidad es lo que mejor sabemos hacer.
La próxima vez reflexiona qué quieres decir con “como niña”, podría ser un cumplido. Más nos vale, convertirlo en un cumplido... #JustDoIt .
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